jueves, 12 de marzo de 2009

Mickey Boy Turns To Ewok


¿De qué están hechos los sueños, amigos? He aquí la segunda entrega de nuestra Guerra de la Galaxias, el lado oscuro del sueño americano, el derrumbe moral de los mitos de este lado del mundo. Como no podía ser de otra manera, el encargado de narrar las penurias de una generación es un húerfano del Imperio, que ahora ha reabierto su centro cultural para glosar el derrotero de éste, nuestro hambre: nacido y criado en las huestes del Bajo Flores, Gonzo nos regala la historia un niño obligado a crecer bajo una identidad falsa y que, alimentado por sus fantasías, logró hacerse un mundo de la nada. Con ustedes Mickey, el niño que se convirtió en ewok.


Sabes, hermano, que cuando estaba en la escuela
lo creas o no
yo sólo quería ser un ewok
Fue duro entonces: nineteen sixty nine
y Spiro dropeó la bomba
sobre Saigon.
No él, ok, pero lo oías hablar y te encendías
como el napalm en la piel de esos niños
campesinos de ojos rasgados que veíamos
después del programa de variedades
Dios,
yo sólo quería ser un ewok.
¿Dónde estaba aquél día?
De rodillas frente al televisor, ¿sabes?
Esa era mi religión
Yo tenía siete
y esa noche
mamá Grenchen me llevó al teatro
a ver esa peli del lado oscuro y yo
yo sólo quise ser un ewok
¡Por qué? me preguntó el doctor
¿Qué iba a saber él?
Era armenio y venía de Frisco, one way ticket
from Yerba Buena, alto, bronceado,
como papá, me dijo: hijo, tienes algo en tu interior
debes guardar reposo. Bastardo: ¿qué ibas a saber tú?
Yo sólo quería ser un ewok
Yo
Yo era el que veía la verdad
cada vez que me asomaba a la ventana
y veía la casa de los Roberts
al otro lado de la calle
La mamá de Timmy, dándole un sable laser
a cada uno de sus niños: deberías haberlo visto
Timmy, Johnny, el pequeño Aaron
Todos vestidos como la god damn república y yo
Yo sólo quería ser un ewok
¿Tú veías eso, doc?
Seguro que no
Yo veía el fuego en la pantalla del televisor y el ácido en la sangre del país
Y tú… ¿Dónde estabas tú, maldito?
Yo sí me acuerdo: nineteen sixty nine, el pequeño Mickey –yo-, sólo en la cocina
Cortando los cojines de las sillas para poder tener sus orejas
Sus banderas
Yo
Yo sólo quería ser un ewok
Que pudiera hacer cumplir
El llamado de la especie
Un solo grito
En el medio de la selva
¿Fue un disparo, doc?
Nunca lo supiste
Tampoco el pequeño Aaron, ¿sabías?
El bastardo gimoteaba como un cabrito
Yo le dije: ¡calla de una vez! Y lo golpeé con mi palo
Oh sí
Yo sólo quería ser un ewok
Ahora en mi celda escribo, ¿sabés?
me dejaron un bolígrafo y un rollo de papel
Me dieron un número y un mono naranja
Y lo corté y lo llevo de capucha
Soy feliz
Ustedes perdieron la guerra y yo no
Yo
Yo sólo quería ser un ewok

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